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26 de enero de 2011

La mentira de los 13 signos del Zodiaco


a eclíptica es una línea imaginaria por la que el Sol, visto desde la Tierra, aparenta desplazarse en el transcurso del año. Esta línea atraviesa longitudinalmente una banda circular, que se extiende aproximadamente 18° grados a lo ancho, conocida como Zodiaco, un término que deriva del griego zώον (zóon), 'animal' y διάκος (diákos), 'rueda'; literalmente, "rueda de los animales", en alusión a las figuras animales con las que se simboliza a algunas de las constelaciones que lo conforman.

Estas constelaciones, como se estableció convencionalmente desde antiguo, son doce en número y dividen el Zodiaco en doce secciones iguales de 30º, con una correspondencia armónica a los meses del año y las horas del día. Incluso otras tradiciones astrológicas, como la india y la china, comparten el mismo concepto de un Zodiaco de doce signos, siendo el 12 un número solar antiquísimo, por el que actualmente dividimos el año en doce meses.

Sin embargo, astronómicamente ocurre que la eclíptica, debido a variaciones producidas por la gravedad de la Luna, no pasa únicamente por doce constelaciones, pasa también, aunque muy ligeramente, sobre una sección de una constelación localizada casi entre Scorpio ♏ (Escorpión) y Sagittarius ♐ (Sagitario) de nombre Ophiuchus (Ofiuco) y simbolizada por la figura de un hombre luchando con una serpiente. Lo curioso de esto es que este hecho no es nada nuevo y se conoce desde hace décadas, por no decir siglos, aunque ahora, por alguna oscura razón la Minnesota Planetarium Society se ha interesado en difundir masivamente como "noticia" y "descubrimiento" la gran patraña del "decimotercer signo", probablemente con la única finalidad de ridiculizar a una práctica milenaria. Algo semejante pasa con la constelación de Cetus (Ballena), cerca de Piscis ♓ y Aries ♈, y la cual algunos ya la consideran, de forma ignorante, como "el decimocuarto signo".

Las constelaciones son formas arbitrarias

Astronómicamente se sabe que el Sol no pasa sobre las constelaciones zodiacales con la misma duración de tiempo en cada una, ya que estas constelaciones tienen diferente extensión en el Zodiaco. Esto hace pensar a quienes desconocen los principios estéticos y filosóficos de la astrología que, por lo tanto, la duración de cada signo astrológico debería ser desigual, que el Zodiaco actual se encuentra desfasado debido a la precesión de los equinoccios y, por lo tanto, arguyen, que los pronósticos basados en un sistema de doce signos "no pueden ser correctos".

De esta manera, para corregir este "error" de los "antiguos ineptos" que "no previeron ni consideraron estas variables", Ophiuchus estaría colocado en el calendario entre el 29 de noviembre y el 17 de diciembre y desplazaría a Sagittarius del 17 de diciembre al 20 de enero.

Imagen que muestra la eclíptica en rojo, a través de Libra, Scorpio, una pequeña sección de Ophiuchus, Sagittarius y Capricornus. Se puede apreciar que Ophiuchus está bastante más alejado de la eclíptica y que, si se toma como una medida en el espacio fuera de ésta, comparte con Scorpio gran parte de su tiempo en el desplazamiento aparente del Sol. Haz clck en las imágenes para ampliar.

Así es que, según Parke Junkle, miembro de la Minnesota Planetarium Society, éste debería ser el orden y tiempo zodiacal "correcto":
♑ Capricornus: Ene. 20 – Feb. 16
♒ Aquarius: Feb. 16 – Mar. 11
♓ Piscis: Mar. 11 – Abril 18
♈ Aries: Abril 18 – Mayo 13
♉ Taurus: Mayo 13 – Junio 21
♊ Geminis: Junio 21 – Julio 20
♋ Cancer: Julio 20 – Agosto 10
♌ Leo: Agosto 10 – Sept. 16
♍ Virgo: Sept. 16 – Oct. 30
♎ Libra: Oct. 30 – Nov. 23
♏ Scorpio: Nov. 23 – Nov. 29
$ Ophiuchus: Nov. 29 – Dic. 17
♐ Sagittarius: Dic. 17 – Ene. 20
La "noticia" ha generado gran desconcierto, confusión e incluso crisis de identidad entre los aficionados a la astrología, cuya mayor preocupación es saber si deben cambiar su signo zodiacal.

Sin embargo, no hay que olvidar que las constelaciones son agrupaciones convencionales de las estrellas y no deberían tomarse como entidades con una existencia objetiva, de manera que un signo astrológico, que es una entidad ideal y filosófica, no puede tampoco restringirse a las limitaciones de su representación material (la constelación). En realidad, el signo astrológico está determinado sólo por el tiempo en que el Sol recorre una duodécima parte del Zodiaco representada por una constelación y que recibe su nombre, pero no es la constelación en sí; es el Sol el que determina el signo, no las estrellas de las constelaciones.

Por lo tanto, aunque Ofiuco está claramente invadiendo el Zodiaco, esto no debe afectar su división entre doce partes iguales.

Curiosamente, parece como si se quisiera forzar este "nuevo descubrimiento" (que no es tal), de manera que se vea como una prueba más de las contradicciones de la astrología, pero al otorgar una objetividad y mediciones exactas a algo que es completamente subjetivo, arbitrario y convencional como lo son las constelaciones (cosa que ni siquiera los verdaderos astrólogos hacen), los astrónomos están dando importancia a los signos astrológicos, en los que no creen, y de esta manera son ellos los que se contradicen. Eso es lo que sucede cuando queremos intervenir en un campo que es de nuestro completo desconocimiento, con el único interés de socavarlo.

Ofiuco ha sido anunciado como un "descubrimiento" astronómico que "obligaría" a los astrólogos a incluir un nuevo signo en el Zodiaco, como si el punto de vista astrológico dependiera del punto de vista astronómico, cuando en realidad nunca ha sido así.

Quizás el único caso de esto se haya dado con el descubrimiento de Urano, Neptuno y Plutón, que por razones filosóficas y estéticas nunca debieron haberse incluido en astrología (de hecho, algunos sistemas no lo hicieron), ya que son siete (siendo el siete un número altamente significativo en el esoterismo) los únicos cuerpos celestes móviles ("planetas") capaces de ser vistos a simple vista, y por lo tanto, son los únicos que se relacionan directamente con el hombre y que mantienen auténtica correspondencia con los objetos terrestres, a diferencia de los tres anteriormente mencionados que sólo pueden percibirse mediante el telescopio.

Zodiaco sideral, Zodiaco tropical y la precesión de los equinoccios

Otra cuestión a considerar respecto a los tiempos del Zodiaco, y la que hace fallar por completo las absurdas pretensiones de estos materialistas que no se percatan nunca de las cuestiones filosóficas de las artes ocultas, es que existen dos tipos de Zodiaco distintos: el tropical y el sideral.

El Zodiaco tropical es de carácter inmutable pues toma como base el punto en el cual el ecuador terrestre corta la eclíptica, llamado Punto Vernal o Punto Aries, es decir, el equinoccio de primavera (aproximadamente el 21 de Marzo) y a partir de allí considera que comienza el Zodiaco. El Zodiaco tropical es el modelo que se adoptó para la práctica de la astrología occidental.

Actualmente el Punto Aries ya no se halla en la constelación de Aries, sino en su vecina Piscis. Esto se debe a la precesión de los equinoccios, un fenómeno descubierto en el s. II a.C. por Hiparco de Nicea, por el cual el Punto Aries retrocede aproximadamente 50.25'' por año. De modo que si se toma en cuenta el Zodiaco sideral en lugar del tropical, la mayor parte de las personas pertenecerían al signo anterior de su signo que conocen.

En conclusión, Ofiuco no cambia nada, ni desde el punto de vista científico (puesto que la ciencia no aprueba los métodos de la astrología) ni del astrológico (puesto que la astrología no depende de la astronomía). Tampoco la precesión de los equinoccios, ya que la astrología ortodoxa se basa en el tiempo tropical y no en el sideral.