

El Tai Chi Chuan puede traducirse como "Boxeo de la Suprema Polaridad" pues se refiere a la característica dual del Universo expresada en el célebre símbolo taoísta del Tai-Chi, mismo que es considerado como el Tao en su forma manifestada. De él surgen los dos polos fundamentales: Yang, el principio positivo y masculino y Yin, el principio negativo y femenino.
El Tai Chi Chuan es el predecesor de todos los estilos internos y se divide en varios subestilos como el yang, chen, wu, etc. Se define como un arte marcial de estilo interno (Nei-chia) ya que se da gran importancia a las características interiores como la circulación de la energía vital (Ch'i) y la energía mental (Shen). Además, en los estilos externos, la mayor parte del combate práctico se realiza con elementos exteriores y materiales, mientras que en los estilos internos, se intenta "luchar" sobre todo contra fuerzas negativas que residen en el interior.
No obstante, la subdivisión del Kung-Fu en estilos externos e internos, aunque a veces resulte cómoda, en realidad es artificiosa y conceptualmente errónea. Incluso en los estilos externos, las características interiores se consideran esenciales. Además, los que practican los estilos internos no rechazan el uso de técnicas potentes y veloces. Quienes han alcanzado un nivel muy elevado ya no hacen distinciones entre "externo" e "interno".
Filosofía

En la búsqueda de la adecuación de estos procesos del cambio en la Naturaleza en el propio ser, el practicante de Tai Chi Chuan es consciente de que estos fenómenos suceden también en su interior y su exterior, por lo que comienza la larga y continua adquisición de conciencia y control sobre cada parte del cuerpo, para así poder alcanzar su equilibrio total. Cada parte del cuerpo, en movimiento fluido, debe estar armonizada con las demás; se desplaza hacia adelante un brazo en el justo momento en el que otro se retira hacia atrás; con paciencia y gran destreza, los pies realizan su movimiento, alternándose uno y otro cada vez; lo que sube tiene que bajar y nada se detiene por ningún motivo, todo el conjunto es Yin a un tiempo y Yang en el otro, y esencial es saber respirar para una apropiada ejecución.
Aunque la práctica de este arte milenario puede realizarse en cualquier lugar, y de preferencia donde pueda hallarse la calma y el contacto con lo natural, por lo regular, la enseñanza del Tai Chi Chuan se efectúa en el interior de un diagrama en el piso denominado Ba wa, o "los ocho estados de cambio", mismo que está compuesto por las figuras del Yin-Yang y los ocho trigramas que componen los 64 hexagramas del I-Ching. Cada trigrama representa una dirección con la cual los practicantes pueden guiarse para obtener las posiciones adecuadas y así poder perfeccionar la técnica.

Ba wa o "los ocho estados de cambio".
Está compuesto por el Yin-Yang y los ocho trigramas del I-Ching
Está compuesto por el Yin-Yang y los ocho trigramas del I-Ching
Energía interna
Según la Medicina Tradicional China, misma que ha incorporado el Tai Chi Chuan como una práctica destinada al mejoramiento de la salud, en los seres humanos pueden distinguirse tres formas de energía interna:
- Ching o esencia. Se trata de la forma de energía que confiere al cuerpo su constitución física básica, sus posibilidades de desarrollo y que preside los procesos orgánicos del crecimiento, de la reproducción y del envejecimiento. Es algo similar a lo que en occidente se le denomina como energía sexual. La esencia es en parte hereditaria, pero en parte debe cultivarse viviendo con serenidad, absteniéndose de los excesos, nutriéndose con una dieta equilibrada y alimentación sana, realizando adecuados ejercicios físicos y de respiración (Ch'i Kung).
- Ch'i o energía vital. Se trata de una forma del ching más refinada. Deriva de la respiración, de los alimentos que constituyen nuestra nutrición y en parte también de la energía originaria transmitida por los padres en el momento de la concepción. La respiración es la que afecta a los practicantes de las artes marciales. Según la medicina tradicional china, el ch'i corre por determinados canales energéticos (los meridianos de la acupuntura) y se puede activar y dirigir por medio de la mente con resultados extraordinarios.
- Shen o energía mental. Es la forma más refinada de energía interna. Esta hace posible una intensa concentración, mejora la fuerza del pensamiento que hace circular el ch'i y permite adquirir la plena consciencia de cada parte del cuerpo. El shen se refiere también al espíritu del hombre. Quien está dotado de un fuerte shen no sólo se comporta de una manera concentrada y vital, sino que practicando la artes marciales podrá llegar a poseer lo que los maestros de Kung-Fu llaman ching shen o espíritu de vitalidad. Con este término se indica la concentración aplicada a las artes marciales, la íntima unión entre la energía mental y el movimiento; la perfecta simbiosis entre espíritu y técnica. La expresión ching shen tiene también el significado de energía psicofísica, es decir, de vitalidad mental y física. Sólo quien posee ching shen puede llegar a la verdadera maestría.
Beneficios en la salud
Algunas personas han observado que la práctica regular y constante del Tai Chi Chuan durante un tiempo prolongado se ve reflejada mediante efectos favorables en el sistema nervioso central, el equilibrio, la flexibilidad y el sistema cardiovascular. También ha contribuido a la reducción de dolor, del estrés y de la ansiedad y también se ha señalado el mejoramiento del sistema respiratorio.
A través de la correcta meditación y de la aplicación de las técnicas de respiración, se puede desarrollar la energía natural del ser y armonizar la personalidad y el metabolismo.
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Bibliografía.
-Ignazio Cuturello & Giuseppe Ghezzi, Kung Fu Shaolin. De Vecchi.